Gracias a ti y a ti y a ti... Incluso a ti.

Me he resistido mucho tiempo a escribir sobre el nuevo Fishtro del que voy a hablar, en parte porque hablar de fútbol atrae una polémica irracional que no acabo de entender, y en parte porque mi compañero de fatigas blogeras es madridista y sabía que no lo iba a encajar bien del todo (Un beso, David).
Pero no me he podido aguantar más.
El Balón de Oro 2011 al mejor entrenador de fútbol ha recaído en Pep Guardiola y desde aquí queremos felicitarle.

No entraré en méritos futbolísticos.
Sin duda alguna el motivo principal para mentarlo aquí, es su actitud y su gestión del talento.
La actitud de Pep Guardiola es envidiable casi a cada momento, y se nota que la gestiona a la perfección y de manera consciente dicha actitud. Elige su actitud. Pep Guardiola escoge ser (y lo consigue):

• Humilde: En el vídeo podréis observar como reduce todo su mérito a pasar por ahí, a ser elegido. Cómo si cualquiera que hubiera pasado por allí hubiera podido ganar el Balón de Oro. Siempre deriva su mérito a los jugadores y su equipo técnico, pero lo hace de una manera que no quita mérito a su trabajo.
• Respetuoso: En el discurso del Balón de Oro comparte su premio con su rival Jose Mouriho (aunque no os guste el fútbol sabéis que no son uña y carne, precisamente) y Alex Fergusson. Y es reconocido por todos sus rivales, su respeto hacia el adversario por pequeño que sea. Además tiene claro a quién representa y que es un proyecto mucho más grande que sus opiniones personales.
• Apasionado: No hay más que verlo hablar. Le encanta hablar de lo que le apasiona, que es su profesión. Da la sensación de que su cabeza va más rápida que su lengua, queriendo expresar cosas que, los que nos apasiona lo que hacemos, nos cuesta muchas veces de plasmar en palabras. Y como él dice: "No quiero ser admirado, yo quiero transmitir la pasión por lo que hago y amo, a otras personas". Tengamos en cuenta que calcula que el mejor momento de su profesión dura 1:30. Por ese momento merece la pena el resto del esfuerzo (todos tenemos cosas en nuestra vida y trabajo que nos gustan más que otras).
• Agradecido: Y en ésta última cualidad me gustaría centrarme hoy.

Hay momentos en la vida, que es importante hacer balance de lo vivido. No me refiero a anclarse en el pasado. Me refiero a reflexionar sobre cómo han sucedido las cosas, para analizar los fallos y los aciertos y entender cómo pueden llegara  funcionar las cosas. Creo que es vital para poder evolucionar, tanto a nivel profesional como personal.
En esos momentos, es bueno dejar de mirarse el ombligo (siempre va a estar allí, no te preocupes) y enumerar a las personas que te han aportado algo. No es necesario esperar a que te entreguen la medalla al congreso, o una boda, o un funeral para hacerlo. Se puede hacer a diario. Tampoco es recomendable hacerlo sólo en los momentos malos o difíciles para acordarnos de sus muelas. Es bueno cualquier momento por trivial que sea. Eso sí, debes filtrar sobre todo a las personas que han sido proactivas: la que creyó en ti, la que te dio tu primera oportunidad, la que te lo puso difícil, la que te dio apoyo, la que te ha dado ánimos, la que te prestó dinero, la que te ha corregido una y otra vez hasta ser insoportable, la que te mete caña, la que te ha abrazado, la que te ha sonreído a diario, la que te ha prestado un libro... Esas personas han hecho algo por ti, ¡qué menos que darles las gracias! ¡Es algo tan simple! Seis palabras, dos sílabas, y si me apuras, un abrazo y una sonrisa.

No es habitual reconocer a estas personas. Sólo vemos nuestro mérito y nuestro esfuerzo, pero si no hubieran estado allí... ¿Qué hubiera pasado?

Pep lo sabe y lo practica. Agradece al Barça, y las personas que decidieron hacerle entrenador, agradece a las personas que han estado a su lado, a sus compañeros... Sabe que él es bueno, pero que todos juntos, en equipo, son imparables.

A mi, que no me gustaba el fútbol, he de reconocer, que me he vuelto "guardiolista". ¡¡Manda narices!! Pero es de bien nacidos, ser agradecidos: ¡Gracias Pep!

Os dejamos el discurso de Guardiola en la entrega de la medalla de honor de la Generalitat de Catalunya. Creo que es un discurso inmejorable, cumple con su objetivo a la perfección. Mucho que aprender. Son unos minutos que merecen la pena.