sábado, 22 de septiembre de 2012

¡Socorro! ¡El Fish me rodea!

¡Qué bonito tu blog! ¡Me hace mucha gracia! ¡Está bien eso del Fish!...

Son comentarios que agradeces cuando dedicas parte de tu tiempo a un proyecto como este blog. Lo malo es que se te puede ir de las manos.

De repente un día te despiertas y descubres que el Fish te tiene rodeado y no tienes escapatoria.

Descubres que hay un grupo de Facebook que se llama  "Putadas a Diego Dieste", que lo forman casi todas las personas con las que te relacionas habitualmente (menos tú, por supuesto).

Descubres que tu madre el otro día, en el café de una estación, al ser ignorada 15 minutos completamente por los atareados camareros y, ante la inminente marcha de su tren, se pone a cantar una jota con su pedido (brazos en jarra, se sobrentiende): "Yo quierooooo un teeeeeeeeé con leeeecheeeeeeee, y esta un cafeeeeeeeeeé con leeeeeeeeecheeeee, quel treeeeeen marcha paaaaaaaaraaaaa Elcheeeeee...". Ante la atónita mirada de los clientes y los camareros que ipso facto, y con una sonrisa en los labios le atienden bajo piropos: "La mejor prenda y sin lazo". "¿Qué quieres, hermosa?".

Descubres que en tus vacaciones, pides un informe a tus únicas dos pobres empleadas, que se han quedado al pie del cañón del negocio, y te envían esta foto bajo el epígrafe: "Hemos delegado algunas tareas como jefas, y vamos más relajadas". La madre que las parió (no descuidar los detalles de la foto).

Descubres que, cuando contestas sosamente a unos whatsapps de tus primos, te crucifican por ser poco Fish.

En definitiva, que se me ha ido de las manos. Que he descubierto más de lo que debería. Aunque no acabo de identificar si es una sensación desagradable... o no... o qué sé yo.

Igual debería dejar de comer tanto pescado.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¡Un perrito o me cago en tus muelas!

Advertimos que esta entrada contiene lenguaje que puede herir la sensibilidad del lector.

La idea del Fish como negocio (Fishcifactoría), es ofrecer al comprador una experiencia de compra única y remarcable, que sea difícil de olvidar. Dentro de estos adjetivos deberíamos incluir también la palabra agradable, aunque viendo el negocio que hoy presento es difícil de defender.

El que te insulten o te vejen no lo podría poner muy alto en la escala de "satisfactorio", a no ser que tenga unos gustos, digamos, "especiales". Pero lo han hecho una forma de negocio en este famoso puesto de perritos calientes de Chicago: The Wiener's Circle.

Su producto es unos excelentes perritos calientes, aderezados al estilo chicago y con un complemento muy especial: Un insulto personalizado.
Es normal que la dependienta te mande a tomar por cuXX, que te llame hijo de puXX, que te apode gordo de mierXX, y un largo repertorio. Eso sí, tu puedes corresponder a Puchi con tus mejores improperios, aún a riesgo de que no le salga de las narices atenderte o te mande al final de la cola de nuevo.

Como no, es un negocio que cumple con las premisas de juega, haz que tengan su día (aunque esto es rebatible), escoge tu actitud y estate presente, pero sobre todo es una vaca púrpura como la copa de un piano encima de un pino.

Nos gustan las cosas especiales, que le vamos a hacer.
¡¡No dejes de echarte un perrito en Chicago con un Batido de chocolate!!